martes, febrero 24, 2009

Sin palabras...

LOS AMOROSOS
Jaime Sabines

Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.
Los amorosos andan como locos porque están solos,
solos, solos, entregándose,
dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor.
Los amorosos viven al día,
no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo, siempre,
hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre -¡que bueno!- han de estar solos.
Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan también
como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.
En la oscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.
Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.
Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.
Los amorosos salen de sus cuevas temblorosos,
hambrientos, a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor
como una lámpara de inagotable aceite.
Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.
Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.
Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo,
complacidas, a arroyos de agua tierna y a cocinas.
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando,
llorando, la hermosa vida.

sábado, febrero 14, 2009

El peor 14 de febrero...

Era viernes, día del amor y la amistad, seis años atrás, aproximadamente a las 6:30 am iba yo caminando rumbo a la calle del camión para irme a la escuela, había mucho lodo, por extrañas circunstancias había llovido la noche anterior... traía mi uniforme de COBAES, de falda, y mi mochila roja... y no pude haber escogido peor día para estrenar mis largas calcetas blancas! no habían pasado ni tres minutos desde que salí de mi casa para cuando vi frente a mí a un perro, tamaño mediano, café, chato, sin cola, (y con el temor que le tengo a los perros!), el bendito animal venia corriendo hacia mí, sentí que mi corazón iba a salir volando de mi pecho, me ardió la cara, creo que casi hasta lloraba, luego el perro puso sus asquerosas patas llenas de lodo sobre mi falda, medio ladraba, luego se fue contra mi mochila, y mis calcetas! hubieran visto cómo quedaron! y el maldito animal corría y corría, llegaba hasta mí otra vez y seguía tocándome con sus patas sucias, estuve a punto de soltarme a llorar, tirarme en el lodo ahí a media calle (nadie me vería, la calle estaba totalmente sola, con excepción de esa cosa y mía), caminé como dos cuadras y el animal no me dejaba en paz, fue lo peor! justo ese día! ya casi llegando a la calle del camión el animal decidió irse, regresarme la tranquilidad y la paz a mi alma, llegó el camión, me subí, todo mundo se me quedaba viendo! pues cómo no! la pobre mujercita llena de lodo! zapatos asquerosamente sucios, las calcetas que en algún tiempo fueron blancas estaban negras! mi mochila roja con manchas de lodo! la parte trasera de mi blusa verde claro estaba sucia también, y mi cara! mi cara de llanto a punto de salir! fue horrible! lo recuerdo ahorita que lo escribo y aún siento casi lo mismo que sentí aquel día. Como a los 10 minutos llegué a la escuela, fui la sensación! digo, todo lo contrario, horrible! terminé en el baño quitándome mis calcetas nuevas, mojándome la ropa para disimular el lodo que traía encima....

Ha sido uno de los peores días de mi vida!

viernes, febrero 13, 2009

When I fall in love


When I fall in love
It will be forever
Or I'll never fall in love
In a restless world
Like this is Love is ended before it's begun
And too many Moonlight kisses
Seem to cool in the warmth of the sun
When I give my heart I give it completely
Or I'll never give my heart And the moment
I can feel that you feel that way too
Is when I fall in love with you.

(Nat King Cole, me encantó)

miércoles, febrero 04, 2009

Se fue??

Hay cosas que no se ven pero aún así existen, a veces lo que nuestros ojos nos muestran es sólo una ilusión, a veces las cosas que vemos no son suficientes, importa más una imagen guardada en la memoria, una sensación, un olor, un sonido, un momento compartido, una muestra de afecto, un saludo, una mirada, un abrazo, una sonrisa... bendita la función del recuerdo! La carne se seca, los huesos se hacen polvo, el cuerpo físico desaparece, el polvo se esfuma, nunca regresa; pero el alma, el espíritu, permanece vivo en la memoria de quienes alguna vez estuvieron a su alrededor, sus seres queridos, su familia, sus amigos; aún cuando "el alma se ha liberado de la cárcel corporal" es posible sentir cerca a quien se fue, lo que está tres metros bajo tierra no es quien tantas veces te mostró su cariño, su cuerpo puede estar ahí, enterrado, pero su alma es libre, libre al fin de las ataduras de la materia, flotante, volátil, ligera; tal vez algún día regrese a este mundo (el de acá) dentro de otro montón de huesos y carne, para seguir compartiendo con quienes estén a su lado... ¿reencarnación?, quiero pensar que existe... pensemos que existe, pero no por eso dejemos de aprovechar cada segundo que pasamos en este Universo; si la reencarnación existe, regresaremos, si no... nunca nos iremos.

(Estas son algunas palabras que le escribí a mi gran amigo Riguito, en Junio pasado, tras la muerte de su abuelo... y por cierto, la foto es mía, la tomé en mi casa, al Sol, me encanta).