Pasaron los años y su corazón aún late por él, lo mira y se pone nerviosa, le tiembla la voz, sus piernas pierden fuerza, el corazón se le acelera, los colores se le suben al rostro, signos claros de su amor... él ahí, distante, lejano, frío... frío mientras ella arde en deseos de tenerlo a su lado, besarlo y abrazarlo para no soltarlo nunca...
1 comentario:
Bonito texto! Ay, si es que normalmente siempre somos nosotras las más enamoradizas, las que siempre anhelamos el amor de un hombre, mientras que ellos... en fin, fáciles de olvidar, más ajenos al dolor...
Pásate si quieres por mi blog :)
http://luciasanchezhernandez.blogspot.com
Muac!
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