Como siempre...

Hoy es Navidad... ¿y? Yo lo siento como cualquier otro día... con la diferencia de que anoche me desvelé mucho y hoy tuve que levantarme tardísimo, ah! y con un mal sueño... ¿a quién le agrada soñar vísceras?... lo demás no lo cuento por respeto a las dos personas que me leen.

Anoche todo estuvo muy bien, convivencia en familia, comida, mandarinas, elotes cocidos, dulces, atole, coricos, cohetes, lo clásico.

El gordo no vino anoche... o si vino se olvidó de mi casa, tal vez se perdió o mejor decidió no acercarse a Sinaloa, digo, por eso de la mala fama... hasta él nos saca la vuelta! Pero mejor pensaré que sólo a mi casa no llegó... y que muchos niños están felices disfrutando de sus juguetes nuevos que les "amanecieron"... qué tiempos! Quisiera volver a mi infancia... disfrutar al máximo estas fechas, jugar con mis vecinos, presumir los regalos, compartirlos, y disfrutar como sólo los niños saben hacerlo. ¿Por qué la gente adulta cambia? Por todo lo que nos toca vivir, supongo... por los convencionalismos, por la auto-represión, por el cansancio diario del trabajo, por el sueño atrasado, o por la falta de la inocencia típica de los niños. En fin!

Ya es tarde... aunque sienta que apenas hace menos de 4 horas que abrí los ojos... parece que todo sigue normal, como ayer, como mañana... como siempre.