viernes, agosto 12, 2011

¿La visión de un escéptico?

Dicho teológicamente, -préstese atención, pues raras veces hablo yo como teólogo- fue Dios mismo quien, al final de su jornada de trabajo, se tendió bajo el árbol del conocimiento en forma de serpiente: así descansaba de ser Dios... Había hecho todo demasiado bello... El diablo es sencillamente la ociosidad de Dios cada siete días.



Tomado de "Ecce Homo", de Friedrich Nietzsche.

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