jueves, marzo 06, 2008

Fugitivo

Las manecillas del reloj apuntaban a las 2:48 am. cuando dejó de funcionar, la oscuridad embargaba al solitario bosque, sólo se escuchaba su entrecortada respiración, el pánico se apoderó de él… el aire que salía por su nariz lo delataba, hasta respirar era peligroso… los segundos pasaban… sus oídos estaban en alerta, el crujir de las ramas bajo sus pies lo devolvió a la realidad: no estaba sentado en el cómodo sillón de su casa viendo algún partido de fútbol… no… estaba cada vez más cerca del final… de su final. Permaneció inmóvil agazapado bajo las ramas, sus ojos parecían desorbitarse, los latidos de su corazón se aceleraban a cada instante… su nariz aún conservaba el olor a sangre, sí, la sangre que había brotado del cuello de aquella desdichada mujer a la que había asesinado minutos antes. Hola, ¿cómo estás?; Muy bien, gracias; ¿Te despediste de tus hijos en la mañana al salir de tu casa?; No, estaban dormidos, hoy salí más temprano de lo habitual, ¿a qué viene esa pregunta?; ¿Así que no te despediste de tus hijos?.. (La mujer empezaba a asustarse)…pues qué lástima, porque ya no habrá tiempo para un “Hasta la tarde, mis amores, cuídense”… ¿y sabes por qué; (La mujer era presa del pánico); Porque vas a morir!!!! (Ella echó a correr, pero los tacones que calzaba no fueron de gran ayuda). El hombre corrió tras ella hasta que la tuvo de espalda contra un árbol, entonces sacó de unos de los bolsillos de su chaqueta una afilada daga, veía los ojos suplicantes de su víctima bañados en llanto, la adrenalina lo invadió, no vaciló un instante… inmediatamente introdujo el instrumento de frío metal en el cuello de la aterrada mujer. El placer se apoderó de él al ver el líquido rojo y caliente salir sin medida del cuerpo de la que alguna vez fue más que su amiga; sintió un enorme placer al comprobar que ella había dejado de existir… dejó el cadáver tirado en el suelo, su ropa estaba manchada, pero eso no importaba, su deseo había sido cumplido, satisfacción total. De repente escuchó la voz de sus demonios internos, no pudo soportarlo, trató de huir, corrió hacia el pequeño bosque cercano al lugar del crimen para escapar de sí, jamás imaginó que su peor enemigo sería él mismo… no quería seguir escuchando aquellas voces que lo llamaban “¡Asesino!”, “¡Loco!”… “¡No estoy loco!” gritaba, “¡No soy un asesino!”, “¡Ella merecía morir!”. Sus esfuerzos por convencerse fueron inútiles. Llevaba ya varias horas cobijado en la penumbra, el temor aumentaba, en todas partes veía sus propios fantasmas, escuchaba los gritos acusadores en su contra, aquello debía terminar… su cabeza iba a explotar, la presión era cada vez mayor… se dio cuenta de que aún tenía la daga en su poder, algo la impulsó a tomarla, la sintió entre sus manos, el frío calaba hasta los huesos, lo pensó varias veces, su cobardía le impedía actuar de manera inmediata… No podía más, prefería morir antes que seguir viviendo de esa manera, su vida no valía nada, nadie lo necesitaba… nadie lo extrañaría.

Sus ojos miran eternamente hacia el cielo, está tumbado en el suelo, con los brazos extendidos, en su mano derecha sostiene el arma ensangrentada, de su cuello emana la sangre a borbotones… el temor cesó… ahora todo es paz.

1 comentario:

Anónimo dijo...

AMIGUISSSSSSSSSSSS!!!

QUE BARBARA ESA HISTORIA ESTA MUY SANGRIENTA...

SE TE VA APARECER EN LA NOCHE Y TE VA LLEVAR CON EL...JAJAJAJAJA

TE VA DECIR BU JAJAJAJAJAJA

YA ENTENDI EL POR QUE ESTAS TAN AGRESIVA ULTIMAMENTE....

Y POR QUE NO PONES ATENCION EN CLASES, BUENO ESO SE LO ATRIBUYO A OTRA COSA, MAS BIEN A UNA PERSONITA JAJAJAJ

BYEE. YA PORTATE BIEN NIÑA...